En primer lugar, vamos a formar la masa casera de nuestra empanada, ya que luego hay que dejarla reposar y podremos aprovechar a ir haciendo el resto de pasos. Para la masa, mezclamos los ingredientes secos por un lado (levadura, sal y harina integral) y húmedos por otro (huevo, leche y AOVE). Los juntamos y amasamos durante 5 minutos. Tras ello hay que dejarla reposar 30 minutos tapado
Arrancamos con el relleno y para ello, preparamos los ingredientes, para ello pelamos y cortamos los tomates de pera, el ajo, la cebolla, el calabacín, el pimiento verde y el pimiento rojo muy fino.
En una sartén grande, ponemos un poco de AOVE y doramos los ajos a fuego medio-bajo. Cuando estén ligeramente doraditos, añadimos toda la cebolla y la pochamos a fuego lento. Cuidado que no se hagan demasiado los ajos o amargarán. A los 5-8 minutos, añadimos el pimiento verde, el pimiento rojo y el calabacin, y dejamos cocinar a fuego medio-bajo durante 15 minutos para que se ablande todo bien.
Transcurrido ese tiempo y veáis que se ha pochado todo bien, es el momento de agregar el tomate troceado. Dejamos que se cocine unos 10 minutos más, al fin y al cabo, el secreto de un buen sofrito es una cocción larga a fuego lento. Una vez pasado el tiempo apagamos el fuego, añadimos el atún al natural y mezclamos con el sofrito. Dejamos reposar unos minutos.
Mientras dejamos que cocine a fuego lento podemos aprovechar a estirar la masa que habíamos dejado reposando. Con un molde redondo para tartar que tenemos (para que os hagáis una idea del tamaño), vamos haciendo círculos en la masa, y la masa sobrante la volvemos a amasar y estirar. Así sucesivamente sacamos el máximo de círculos apurando bien la masa. En cada uno ponemos un poco del relleno de pisto, las cerramos y damos forma en las pintas con un tenedor (no añadir mucho relleno por que sino luego se sale con facilidad).
Llevamos al horno, precalentado previamente a 200ºC, la empanada en una bandeja con papel de horno. La dejaremos durante 20 minutos. Pasado el tiempo retirarla del horno, dejarla enfriar un poco y… ¡ya la tendríais lista para devorarla!