Makis de salmón y queso crema
Hay muchos días que no se te ocurren ideas fáciles y ricas para comer o cenar, pero hay recetas que se pueden versionar para hacer cosas bastante curiosas. Esta receta es el ejemplo claro de ello. Hacer sushi casero es una tarea laboriosa, pero si quieres quitarte el gusanillo de algo parecido estos makis de salmón y queso crema son ideales. Los puedes hacer de lo que más te guste, con aguacate, mango, salmón, atún… vamos del antojo que tengas.
La receta no puede ser más sencilla y el resultado no puede ser mejor.
- 2 personas
- 15 min
Ingredientes:
- 1 Calabacín grande
- 50 gramos de queso estilo philadlphia light
- 200 gramos de salmón ahumado
- Un puñado espinacas frescas
- Aceite de oliva virgen extra (AOVE)
- Semillas de sésamo
La palabra Maki significa rollo y esta variedad de sushi se hace extendiendo el arroz sobre láminas de alga seca (nori), con pescado, verdura o fruta y enrollando todo para luego cortarlo en ocho piezas. De todas las variedades que hay, es la opción de maki de salmón, junto al de atún, el más popular y uno de los preferidos por el casi todo el mundo y sobre todo en los países no japoneses.
A nosotros nos gusta mucho la comida japonesa en general, el sushi por supuesto no iba a ser ninguna excepción. Prepararlo en casa no es complicado, pero si que es laborioso y algo mañoso. Muchas veces da pereza ponerse ha hacer estas cosas cuando no tienes mucho tiempo, pero el antojo puedes quitártelo igual creando nuevas recetas y platos como estos makis. Además, para las personas que no son tan amantes del sushi, que no les convence el arroz o no pueden tomarlo, es una forma de versionarlos y darles un caprichito, así que tomar nota por que son super fáciles de preparar y os van a encantar.
Elaboración
Paso 1. En primer lugar, cortamos el calabacín con una mandolina o con un cuchillo bien afilado en láminas delgaditas para que se pueda manipular bien. Una vez que tenemos todas preparadas, las ponemos en un estuche de vapor Lekué con un poquito de sal, y las hacemos 2-3 minutos en el microondas. También se pueden hacer en una sartén con unas gotitas de aceite de oliva. Nosotros lo hicimos por tandas de 8 láminas de calabacín, pero dependerá de como sea de grande tu recipiente o sartén. Reservarlas.
Paso 2. Por otro lado, extendemos papel film y le ponemos con la ayuda de un pincel de silicona un poquito de aceite. Colocamos las láminas de calabacín y las vamos montando un poquito una sobre otra. Untamos y extendemos bien la base con queso de untar estilo philadelphia light. Luego colocamos la capa de salmón, y finalmente ponemos unas hojas de espinacas frescas.
Paso 3. Con la ayuda del papel film, vamos enrollando poco a poco y haciendo un rollito (intentar que quede lo más apretadito posible para que no se desmonte). Cuando lo tengamos bien montado, lo vamos cortando con un cuchillo bien afilado en trocitos de 2 dedos aproximadamente y lo colocamos sobre una fuente.
Paso 4. Finalmente, poner unas semillas de sésamo por encima para decorar.