Aswan y las maravillas del alto Nilo

En el aeropuerto, nos esperaba el representante de Aswan Individual junto con el chófer, cómo os hemos contado con todo detalle en el post de consejos sobre Egipto, ésta fue la empresa con la que reservamos toda esta parte del viaje. Fuimos directos al hotel para dejar nuestras cosas y salir rápido al espectáculo nocturno del templo Philae.

Con su buen hacer, consiguieron modificarnos los tickets ya que los cogimos por Internet para un turno más tarde y al parecer no se iba a celebrar por no completar el aforo, pero con un par de llamadas nos lo arreglaron para acudir al anterior, ¡que efectividad! Menos mal, porque con nuestra apretada agenda era la única oportunidad de ver Philae y nos hubiera dado mucha pena. Es más, no es que seamos de espectáculos nocturnos de luces , desvirtúan un poco. Pero fue la única forma que nos consiguió Aswan Individual para poder conocerlo y la verdad que fue un acierto. 

Templo de Philae

Tras dejar las cosas, nos pusimos en marcha y para llegar hasta el templo hay que coger una pequeña embarcación. En nuestro caso el representante de Aswan Individual se encargó de pagarle y encomendarle que nos esperase en Philae hasta que acabase el espectáculo y volviésemos con él. Entre que era de noche y ya no estaban los vendedores y no tener que andar negociando la barca, fue bastante eficaz todo.

Lo de navegar de noche e ir sintiendo como te vas a acercando al templo iluminado, es totalmente mágico, en tiempo no lleva más de 15 minutos, se pasan volando. Probablemente sea uno de los más bellos a orillas del Nilo.

Viajes - Templo de Philae

El Templo de Philae está dedicado a la diosa Isis, la diosa femenina del amor, la magia y la maternidad. La isla de Philae original, atracción histórica de peregrinos con motivo del culto a la diosa Isis, está ahora sumergida completamente bajo las aguas del río Nasser. Sin embargo, gracias a una espectacular operación de rescate de cientos de voluntarios de la UNESCO, los grandes templos y monumentos de Philae pudieron ser sacados del agua y re-erigidos en una isla de mayor altitud.

Un poco de leyenda para los más curiosos, cuando Osiris, rey de Egipto y marido de Isis fue asesinado por su hermano Seth, que arrojó pedazos de su cuerpo por todo Egipto, Isis recogió los fragmentos de su esposo, los reconstruyó y le devolvió a la vida. Luego se refugió de la cólera de Seth en la isla de Philae, isla donde tuvo a su hijo Horus, y donde más tarde se levantaría el templo que la veneraba.

Y una curiosidad de las buenas. La isla está hasta arriba de gatos, pero no callejeros sino bastante cuidados y es que al parecer a Isis se le relacionaba con los gatos, y según la leyenda ellos en ocasiones se convierten en el espíritu de Isis, por ello la isla está llena de gatos cuidados y respetados.

El templo de Philae no es el único de la isla, junto al templo encontramos un pequeño templo consagrado a Hathor, diosa del amor, la música y la belleza y un pabellón Trajano que distinguiréis a kilómetros por sus colonas, que fue construido en la época de este emperador.

Viajes - Interior del templo de Philae

Con cierta nostalgia y agradecidos de al final haber podido visitarlo, nos marchamos al embarcadero para tomar la barca de regreso de este espectacular y mágico lugar. El chófer nos estaba esperando y volvimos a Aswan.

Antes de ir al hotel, fuimos por el centro y junto al Nilo a visitar la ciudad y cenar algo. La verdad veníamos del Cairo y acostumbrados al caos esto parecía un oasis, mucho más tranquilo y cuidado. Así como en el Cairo tuvimos más ojo de por dónde caminar, aquí nos liberamos y dimos un paseo por la ribera de camino al hotel.

Abu Simbel

Y llegó el día, si el día del madrugón… Por suerte, íbamos con coche privado por lo que pudimos salir a las 5am apurando equipados con nuestro picnic, cortesía del hotel. Los autobuses suelen salir bastante antes ya que deben ir pasando por los diferentes hoteles, van más lentos, la gente tiene muchas necesidades, etc. ya sabéis mucho más ineficiente.

Desde hace un tiempo se puede ir sin problemas a Abu Simbel, antes se iba en convoy con el ejército, pero ahora no hay ningún tipo de problema. La distancia es de alrededor 285 km, unas 3h, aunque nuestro conductor un veterano de la ruta nos llevó a buen ritmo y así pudimos llegar y estar solos antes de que viniera toda la muchedumbre y luego al revés, salir un poco más tarde y aun así llegar al crucero en hora.

He de decir, que lo que sí se corta es la carretera por lo que, si fueses por tu cuenta, ten cuidado con los horarios. Si tienes tiempo otra opción es ir en avión hasta Abu Simbel y pasar la noche allí. Esto es muy recomendable si tienes interés en el espectáculo de luces.

Después de un buen rato de carretera y ver amanecer desde el coche llegamos a Abu Simbel y sin tiempo que perder sacamos las entradas por 240 EGP cada uno (fotos con móvil todas las que queráis) y fuimos como un rayo hasta la entrada del templo de Ramsés II, tras caminar unos 500 metros. En el recinto está prohibido la entrada con guías, allí los puedes contratar, nosotros aprovechamos los otros guías y a hablar con el conductor sobre las principales curiosidades de los templos y allí aprovechamos a disfrutar y hacer muchas fotos, eso por supuesto, es innegociable viajando con Sara.

Viajes - Abu Simbel

Pues eso, el templo de Abu Simbel es un enorme complejo de templos excavados en la roca y situados cerca de la frontera de Egipto con Sudán. Consta de dos colosales templos: el Gran Templo de Ramsés II y el Pequeño Templo de Nefertari, que fueron construidos en el siglo XIII A.C., durante el reinado del gran y poderoso Ramsés II y está rodeado del Lago Nasser lo que hace que la belleza del lugar sea espectacular.

Sin duda es una de las obras más extraordinarias y grandes realizadas en el Antiguo Egipto. Sin embargo, a pesar de ser tan impresionante, este templo fue finalmente abandonado y cayó en el absoluto olvido, permaneciendo enterrado bajo las arenas del desierto durante milenios, y tuvo que ser el suizo Johann Ludwig Burckhardt (quien también descubriera Petra) el que dio con ella en 1813, avistando la parte superior, siendo el italiano Giovanni Battista Belzoni quien descubrió el resto en 1817.

Pero lo más sorprendente y que cuando estés allí y sepas esta historia tu cerebro será incapaz de procesar, es que, en 1960, el templo estaba amenazado de quedar sumergido en las aguas del Lago Nasser por la construcción de la Presa Alta de Asuán. Ante tal acontecimiento, se decidió desmontar el templo para reconstruirlo en una nueva localización, 65 metros más alta. Una locura, trasladar un templo milenario excavado en la roca con estatuas gigantes. Tras 4 años, 36 millones de dólares, descomponerlo en 2.000 piezas gigantes y 40.000 toneladas de arena después, allí tenemos Abu Simbel como si no hubiera sucedido nada. Os juramos que tratamos de buscar los cortes de piezas, pero imposible, probablemente haya sido de las mayores gestas de ingeniería arqueológica que permitió salvar este impresionante templo. Participaron en esta aventura muchos países, entre ellos… ¡España! Fruto de esa colaboración, Egipto nos donó el Templo de Debod, ¿qué os parece? La de veces que habréis ido allí en Madrid sin saberlo…

Viajes - Fachada del templo Abu Simbel

El templo es obviamente Patrimonio Mundial de la UNESCO y es el monumento más visitado de Egipto después de las Pirámides de Giza.

Templo de Ramsés II

El templo es sencillamente espectacular, se dedicó no sólo a Amón-Ra, sino además a otros dos dioses y a el propio Ramsés (que se erigió como Dios).

La fachada probablemente sea de lo más espectacular, excavada en la roca, de 35 metros de anchura por 30 metros de altura, en la que están los 4 famosos colosos sedentes de Ramsés II de unos 22 metros de altura.

En el interior del templo se encuentra la gran sala hipóstila, cuyo techo está sostenido por 8 pilares sobre los que se apoyan otros tantos colosos, 4 a cada lado que representan a Osiris con los rasgos de Ramsés II. Los de la izquierda llevan la corona del Alto Egipto y los de la derecha la corona Pschent (la doble corona). Entre los grabados destacan las escenas de batallas en Siria, Libia y Nubia, Ramsés II divinizado y la batalla de Qadesh.

Viajes - Templo de Ramsés II

Al fondo se encuentra uno de los elementos más fascinantes del templo de Abu Simbel es el Sancta Sanctórum del Gran Templo. En este espacio sagrado encontramos cuatro estatuas talladas en la roca que representan de izquierda a derecha a Ptah, Amón-Ra, Ramsés II divinizado y Ra-Horajti. El templo fue construido de tal modo que dos veces al año, el 21 de febrero y el 22 de octubre, los rayos del sol se abren camino directamente hasta el interior del Sancta Sanctórum, iluminando tres de las estatuas. La estatua de Ptah es la que se mantiene entre las sombras, algo cuya posible razón podría ser que era una deidad asociada al Inframundo. Tradicionalmente se ha creído que las dos fechas se corresponderían con el cumpleaños y la coronación del faraón.

Se considera a Ramsés II uno de los gobernantes más destacados y recordados del Antiguo Egipto. Gobernó desde 1279 A. C. hasta 1213 A. C. Bajo su mando, florecieron y llegaron al nivel más prestigioso elementos como la economía, la administración, la cultura o el ejército. Extendió el imperio egipcio desde Siria en el este hasta Nubia (actual Sudán) en el sur. Además, su vida fue muy longeva ya que se estima que murió a los 90 años.

Templo de Nefertari

Junto al magnífico templo de Ramsés II en Abu Simbel encontramos el templo que el monarca ordenó construir en honor a su esposa Nefertari y a la diosa Hathor. Se trataba de algo histórico donde el faraón cede parte de su protagonismo a la reina.

Viajes - Templo de Nefertari

En su fachada podemos ver seis estatuas de unos 10 metros de alto. Algo peculiar de esta construcción es que es la primera vez que una reina aparece representada a la misma escala que el faraón en la fachada de un templo. Los seis colosos tienen características diferentes, de izquierda a derecha podemos ver que la primera esta Ramsés II con la corona del Alto Egipto, luego Nefertari como Hathor, Ramsés II de nuevo con la corona del Alto Egipto, Ramsés II con la doble corona, Nefertari nuevamente como Hathor y por ultimo Ramsés II con la corona Ate.

En su interior, de lo más destacable es la escena de la coronación de Nefertari por las diosas Isis y Hathor, quienes depositan una corona sobre la cabeza de la reina.

Después nos acercamos a admirar el Lago Nasser, situado justo enfrente. Digo lago porque se cataloga así, pero mide aproximadamente 550 km de largo y 35 km de ancho en su punto de mayor amplitud, por lo que cuando asomas allí parece más bien que estás en el mar.

Tras esta apasionante visita y con una buena cantidad de fotos para recordar este mágico momento, nos recogió el chófer y emprendimos la vuelta a Aswan, dónde nos esperaba la motonave lista para realizar el check-in y arrancar nuestra navegación por el Nilo, ¡menudas ganas!

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