Breakfast cheesecake
No sé si a vosotros os pasa, pero nosotros no nos podemos resistir a una rica tarta de queso o cheesecake. Se podría decir que es una de nuestras tartas favoritas, ese sabor de queso nos apasiona, en cualquier formato realmente. Pues hoy nos levantamos con bastante antojo de ese sabor y antes de ponernos manos a la obra pensamos como podíamos darle forma y salió este super desayuno que hemos llamado “Breakfast cheesecake”. Os prometemos que el resultado ha sido sencillamente espectacular.
- 1 persona
- 7-10 min
Ingredientes:
- 3 cucharadas grandes de semillas de chía
- 1 cucharada grande de queso batido 0% M.G.
- 3 cucharadas grandes de queso philadelphia light
- 2 cucharadas grandes de mascarpone
- Leche de vaca o vegetal (opcional)
- Frutos rojos congelados
- Fruta fresca: fresas, arándanos y frambuesas
- Granola casera
Existen millones de recetas y versiones de tarta de queso o cheesecake: tarta de queso sin horno, tarta de queso estilo la viña, cremosa, con queso philadelphia, queso curado, queso azul, queso mascarpone, con base y sin base, con frutos rojos, sin frutos rojos… vamos para todos los gustos y colores. A nosotros personalmente desde que probamos la tarta de queso estilo la viña nos volvimos absolutos fans de ella: cremosa, de queso y nada más. Nosotros ya hicimos nuestra propia versión de tarta de queso estilo la viña.
Pero reconocemos que una rica tarta de queso o cheesecake con una mermelada de frutos rojos y ese toque crujiente de galleta nos vuelve locos también. Así que en este desayuno buscábamos precisamente eso, y el resultado nos ha conquistado completamente. Toque crujiente con la granola, textura cremosa de queso y mermelada de frutos rojos espectacular.
Elaboración
Paso 1. En primer lugar, ponemos las semillas de chía a hidratar con queso batido y un poquito de leche un día antes o al menos 30 minutos antes de hacer el desayuno. Una vez que lo tenemos listo, mezclamos con el queso philadelphia y el queso mascarpone y batimos con la ayuda de una batidora de mano hasta conseguir la textura deseada (se puede añadir más leche si queremos una textura más líquida o incluso kéfir o yogurt natural). Dejamos en la nevera mientras preparamos la mermelada de frutos rojos.
Paso 2. Preparamos la mermelada de frutos rojos: en un cazo colocamos dos puñaditos de frutos rojos congelados. Los ponemos a fuego medio-bajo hasta obtener una consistencia de mermelada (vamos aplastando los frutos rojos con la ayuda de un tenedor). Nosotros no le añadimos pasta de dátil pero si te gusta más dulce puedes añadirle un poquito. Reservamos.
Paso 3. Preparamos los toppings que vamos a utilizar: cortamos algunas fresas y lavamos las frambuesas y arándanos.
Paso 4. Finalmente, servimos en un bol nuestro desayuno. Ponemos la mezcla de queso crema y chia, servimos la mermelada de frutos rojos, un poquito de granola casera y decoramos con fresas, arándanos y frambuesas. No os perdaís la textura y el sabor que tiene, sencillamente buenísimo.