Todo sobre batchcooking

El batchcooking se ha convertido en una práctica culinaria cada vez más popular para las personas que desean simplificar su vida, mantener una alimentación saludable y ahorrar tiempo y dinero. En este artículo, queremos explicar un poco más sobre qué es el batchcooking, sus beneficios, cómo organizarte para poder cocinar todo lo necesario para la semana, que diferencias hay con el meal prep, las claves para conservar todas las preparaciones, cuanto podemos ahorrar en la lista de la compra con esta práctica y algunos detalles más para hacer de esta práctica un éxito asegurado.  

¿Qué es el Batchcooking?

El batchcooking es una técnica de cocina que se utiliza para preparar todas las comidas más laboradas de la semana durante el fin de semana y así poder consumirlas a lo largo de la semana. A diferencia del meal prep, en el que se preparan comidas individuales para cada día, el batchcooking implica cocinar componentes clave de las comidas y luego combinarlos de diferentes maneras durante la semana.

Ventajas del Batchcooking

  • Ahorro de tiempo: Una de las principales ventajas del batchcooking es el ahorro de tiempo. Al cocinar todo lo que más elaboración tiene y todas las comidas de la semana de una sola vez, reduces significativamente el tiempo que pasas en la cocina a lo largo de la semana. Esto hace que tengamos más tiempo para dedicárselo a otras cosas como hacer deporte, pasar el tiempo con amigos o familia, dedicarlo a actividades de ocio, etc. Se estima que al realizar este tipo de prácticas se pueden ahorrar hasta un 25% en la lista de la compra en comparación con comprar comidas preparadas o comer fuera de casa.

  • Ahorro de dinero: Al tener un menú planificado de comidas, la lista de la compra está más definida y a la hora de ir a comprar no existe la tentación de coger cualquier cosa. Comprar lo necesario, no tiras comida y además se minimiza el desperdicio.

  • Comer sano y equilibrado: Al planificar el menú, podrás organizar tus comidas para que sean sanas y equilibradas y no caer en la pereza de tener que cocinar durante la semana y al final recurrir a cualquier cosa. Este tipo de organización ayuda a tener una dieta variada y equilibrada sin olvidarse de ningún grupo de alimentos.

  • Control sobre las comidas procesadas: Al tener las comidas organizadas, la tendencia a comprar o comer comidas preparadas o procesadas es mucho menor. Por tanto además de mejorar todo lo anterior, evitas las tentaciones de comer ultraprocesados y comidas menos sanas.

  • Menos estrés y pensar cada día el que comer: No tener que preocuparte por qué cocinar cada día reduce el estrés y la toma de decisiones relacionadas con las comidas. Y cuando tienes mucha carga de actividades y trabajo esto se agradece.

¿Cómo organizar el batchcooking?

  1. Planificación (menú semanal y lista de la compra): organiza tus comidas para toda la semana teniendo en mente las proporciones base del método del plato (50% vegetales, 25% proteínas y 25% carbohidratos) y ajustarlo en función de tu objetivo actual, para así tener un menú acorde a tus necesidades. Una vez que tengas estructurado todo, podrás elaborar la lista de ingredientes necesarios e ir a la compra con las ideas claras.

  2. Compra: con la lista de la compra ajustada podrás comprar lo necesario de una forma mucho más eficiente y además ahorrar tiempo y dinero. Os aconsejamos que lo hagáis con la ayuda de una aplicación o libreta para que no pueda olvidarse nada (de cabeza no siempre funciona), y por supuesto teniendo en cuenta la despensa de casa (priorizando los alimentos que deben consumirse antes primero).

  3. Preparación: durante el fin de semana prepara todas las comidas más elaboradas para la semana. Podrás hacerlo en dos días o en uno según te resulte más cómodo. De esta forma tendrás la comida lista y almacenada por raciones en la nevera para cuando la necesites. Siempre recomendamos que las preparaciones que sean rápidas (cocina a la plancha por ejemplo), salsas o pasta/arroz se cocinen al momento o el día anterior para evitar problemas de intoxicación y que estén más ricas.

  4. Almacenamiento: utiliza tuppers herméticos y de cristal preferiblemente para dividir las comidas por raciones y que sea mucho más fácil consumirlas a lo largo de la semana. Si además comes fuera de casa será una forma muy práctica de cogerlo por la mañana antes de irte al trabajo.

Meal-prep vs Batchcooking

Ambos conceptos derivan del inglés, «batch-cooking» hace referencia a “cocina en lote”, mientras que «meal-prep» se refiere a “preparación de comidas”. Con el meal-prep tendremos las comidas en tupper repartidos para consumir directamente, mientras que con batch-cooking tendremos distintas preparaciones en tuppers que podremos combinar y elaborar platos completos (por ejemplo tener las verduras cocinadas por un lado, proteína cocinada por otro, etc). Cualquiera de estas dos prácticas será muy útil para ahorrar tiempo, tener organizada la semana y comer sano y equilibrado.

Conservación de preparaciones y tiempos de almacenamiento

A la hora de realizar un batch cooking es muy importante cómo manipulamos y almacenamos los alimentos ya que su ingesta no es inmediata, por ello para evitar toxiinfecciones es importante evitar que las bacterias se reproduzcan, para lo cual influye: Sabiendo esto, es fácil deducir que, si no tenemos cuidado al manipular los alimentos, los dejamos enfriar fuera de la nevera más de 1-2 horas o los almacenamos de forma inadecuada, estamos dándoles a las bacterias agua, alimento, temperatura y tiempo suficientes para ponerse las botas. Además, es muy probable que nosotros no nos demos cuenta de que nuestra comida está contaminada porque no notaremos ni olores ni sabores ni colores extraños. Es importante recalcar que ni la congelación ni la refrigeración matan a las bacterias. Lo que hacen es ralentizar, o incluso detener, el crecimiento de la mayoría de ellas, pero no de todas. La listeria, por ejemplo (presente en muchas neveras), es capaz de crecer a temperaturas de refrigeración y esa es una de las razones por las cuales no debemos dejar la comida almacenada en la nevera durante mucho tiempo.

A continuación, os dejamos unas medidas básicas de higiene y manipulación en la cocina:

  • Lávate bien las manos con agua y jabón antes de empezar a cocinar y después de manipular alimentos sucios (huevos, verduras sin lavar, carne o pescado crudos, etc.). Y recuerda, lava bien, con agua y jabón, los utensilios y las superficies después de utilizarlos con alimentos crudos y sin lavar, incluso utilizando desinfectantes específicos de cocina.

  • Evita que alimentos crudos y sin lavar entren en contacto con los alimentos cocinados o listos para consumir; así se produce la famosa contaminación cruzada.

  • Los envases deben tener tapa, ser herméticos y aptos para uso alimentario (preferiblemente de cristal). Deben estar limpios, lo que implica cuidado con tocarlos con las manos sucias.

  • Utiliza siempre papel de cocina de un solo uso o paños limpios. Restregarse las manos con el paño o con papel de cocina no cuenta como lavado de manos.

  • Mantén la cadena de frío: guarda lo antes posible en la nevera o en el congelador los alimentos que requieran frío. No dejes los alimentos cocinados fuera de la nevera más de 2 horas en invierno o 1 hora en verano.

  • No introduzcas alimentos calientes en la nevera ni en el congelador, provocará un aumento de temperatura que puede afectar a la seguridad de los alimentos allí almacenados.

  • Mantén la nevera limpia y siempre por debajo de 4ºC y el congelador, por debajo de -18ºC.

  • No descongeles NUNCA los alimentos fuera de la nevera. Lo ideal es hacerlo en el estante inferior de la nevera. Planifica con antelación cuando lo necesitas y así podrás respetar el proceso de descongelado correctamente. Los alimentos descongelados y aquellos que vayan a recalentarse, deben alcanzar la temperatura adecuada (por encima de 70ºC) antes de ser consumidos.

  • Calienta solo las raciones que vayas a consumir. No debemos recalentar la comida más de una vez porque, con cada ciclo de recalentamiento-enfriamiento, estaremos aumentando la carga bacteriana del alimento.

  • Los alimentos crudos como la carne, aves y pescados y los que se estén descongelando: abajo, en la parte más fría de la nevera y siempre envasados para evitar el contacto o el goteo de líquido a otros alimentos. Los huevos: nunca en la puerta (es donde más varía la temperatura), siempre en la parte más fría y en su propio envase. Las frutas y verduras: en los cajones destinados a su almacenamiento. Los alimentos cocinados, embutidos, yogures, quesos y leche: en los estantes superiores y centrales de la nevera. 

    En el congelador, los tiempos de almacenamiento se orientan más a la pérdida de calidad del alimento que a riesgos en cuanto a su seguridad; pero en la nevera, el tiempo de almacenamiento es crucial para la seguridad alimentaria. El tiempo de almacenamiento dependerá mucho del tipo de alimento, si lo compramos envasado o no y si está o no cocinado. Una guía que podéis seguir es la siguiente tabla:

En resumen...

El batchcooking es una estrategia eficiente para simplificar tus comidas diarias, mantener una alimentación saludable y ahorrar tiempo y dinero. Con una planificación adecuada, puedes disfrutar de comidas saludables, ricas y caseras durante toda la semana sin el estrés de cocinar todos los días. ¡Empieza a experimentar los beneficios del batchcooking con nosotros y no os perdais cada jueves nuestros envíos con un menú semanal planificado, lista de la compra adaptada a estas recetas, recetas paso a paso, un batchcooking guiado para toda la semana, tiempos y consejos de conservación para las elaboraciones y mucho más!

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