Espinacas con bechamel saludable y huevo poché
Muchos seguramente no seais muy amantes de las espinacas en general, sobre todo los más pequeños de la casa, pero esta receta de espinacas con bechamel os aseguro que os dejará con la boca abierta, ya que hace que la combinación de la bechamel con las espinacas y el huevo sea una receta perfecta para tomarlas de una forma más rica. Además, en esta receta no nos olvidamos de intentar hacer una versión más saludable, así que os vamos a sorprender con la bechamel ligera y más light.
- 1 persona
- 40 min
Ingredientes:
- 225 g de espinacas por persona (1 porción del paquete congelado)
- 1 cebolla mediana
- 1 calabacín grande o 2 pequeños
- 200 ml de leche (puede ser normal o vegetal como de avena)
- 30 ml de aceite de oliva virgen extra (AOVE)
- 1 huevo por persona
- Sal y pimienta
- Nuez moscada (opcional pero recomendable)
Las espinacas son un tipo de verdura compuesta mayoritariamente por agua. Es uno de los vegetales que más proteínas aporta y mayor contenido en fibra tiene. Además, es una fuente natural de vitaminas (A, C, E, K, B6, B2, B1 y B9) y minerales como el calcio, hierro, potasio, magnesio, manganeso y fósforo. Gracias a sus propiedades, las espinacas tienen grandes beneficios para nosotros, por lo que introducirlas en nuestra dieta es todo un acierto. Son una magnífica fuente de hierro natural, gracias a la fibra que nos aportan ayudan a una mejora en el tránsito intestinal, favorece el aumento en la fuerza muscular (ya lo decía Popeye), son ideales para acompañar tus comidas ya que son muy saludables y tienen pocas calorías, mejoran la visión y ayudan a prevenir enfermedades.
En casa consumimos espinacas frescas a diario en nuestras ensaladas, pero también preparamos muchos platos de cuchara como esta receta de espinacas con bechamel o a la crema, o un buen potaje de espinacas con garbanzos, que hace que las espinacas sean un gran ingrediente. Se pueden acompañar de mil formas, pero en este caso la bechamel que vamos a preparar va a ser de calabacín. De esta forma vamos a conseguir una bechamel mucho más ligera y saludable, pero sin perder la esencia para nuestro plato.
Elaboración
Paso 1. En primer lugar, cocemos las espinacas con agua hirviendo y sal. Hemos usado espinacas congeladas, así que en este caso se hacen sin descongelar y cociéndolas durante 8 minutos, removiendo de vez en cuando. Si usas espinacas frescas puedes rehogarlas en la sartén con un poco de AOVE para que se cocinen poco a poco. Escurrir y reservar.
Paso 2. Para preparar la bechamel ligera de calabacín, necesitamos trocear la cebolla y el calabacín en trocitos pequeños. En un cazo, ponemos la cebolla junto con un poquito de AOVE y lo vamos pochando a fuego medio-bajo.
Paso 3. Añadimos pasados unos minutos el calabacín y dejamos cocinando 15 minutos a fuego lento hasta que se ablande.
Paso 4. Tras ello, incorporamos la leche al cazo junto con la pimienta, la sal y la nuez moscada al gusto. Dejamos que se cocine durante 15 minutos a fuego medio y removemos de vez en cuando. Pasado este tiempo, con la ayuda de una batidora de mano o thermomix trituramos todo hasta conseguir la textura de bechamel y rectificamos de sal y pimienta si fuese necesario.
Paso 5. Con nuestra bechamel terminada, añadimos las espinacas y la bechamel al cazo y lo dejamos cocinando un par de minutos mientras removemos para que se integre todo bien. Puedes añadirle un toque de queso para aportarle cremosidad. Servimos en nuestro plato.
Paso 6. Para acompañar estas deliciosas espinacas con bechamel, preparamos un huevo poché o escalfado perfecto (cocinado durante 3 minutos como puedes ver en el link). Si prefieres, puedes ponerle queso por encima y gratinarlas en el micro o en el horno y conseguir unas espinacas con bechamel y queso riquísimas.